El tiempo no nos acompañó, mantuvimos la esperanza hasta el último momento pero nos resignamos a pasar mucho mucho frío y a sujetar con fuerza el mantel y los plásticos que pusimos para proteger el material del viento y la lluvia, eso sí, en todo momento con buen humor, el ambiente creado por las actividades programadas invitaba a tomarse los contratiempos de forma positiva.
Durante la mañana poc@s valientes se animaron a unirse a la fiesta, es posible que mucha gente no se hubiera enterado de la fiesta... a pesar de lo bien coordinados que estuvimos los días anteriores para distribuirnos el reparto de carteles.
La verdad es que disfrutamos del día, y dio tiempo a todo, a bailar unos jautzis, escuchar cuentos, disfrutar de los espectáculos deportivos, musicales...
El día dio mucho de sí para ver otros puestos e ir conociendo al resto de mercaderes.
La jornada resultó de lo más agradable gracias las charlas con mis vecinas de mercado, las dos con un carácter estupendo y algo interesante que aportar.
Por la tarde pudimos entrar en calor y por fin ver la plaza llena de gente, fue un día bonito.
